CANTO A LA REVOLUCIÓN . FLAVIO HERRERA.

 



Estampidos de cañón

Compás de ametralladoras.

El tambor del corazón

y el pabellón de la aurora,

pueblo, para tu canción:

¡VIVA LA REVOLUCIÓN! 

Los niños debían ser

—agrios ya desde la cuna

por la sombra del verdugo—

los que rompieran el yugo

con tajos de amanecer. 

Libertad, sabes a sangre

chamuscada de martirio.

Hueles a pólvora. Suenas

a fanfarria de combate;

a ululatos de agonía;

a angustias que por eternas

no caben en los relojes.

A llanto ardido de gloria

y a gritos agrios de rabia,

de rabia sobre la muerte.

La ciudad fosforecía

con sus jardines de sangre.

Cada calle, una epopeya.

En cada esquina una gesta.

Gritaban trescientos mil

pechos en un solo anhelo

y en un solo corazón:

¡VIVA LA REVOLUCIÓN! 

Por las alas

de los niños, que doblaron

los tábanos de las balas.

Ángeles de Guatemala,

¡VIVA LA REVOLUCIÓN! 

Era un monstruo galonado

en un palacio de sangre

y lo tumbaron los niños,

los niños como jugando…

¡VIVA LA REVOLUCIÓN!

Dejaron los niños muertos

sus ojos en las estrellas.

Y la sangre de los héroes

abona ya dulces trigos

para amasar el pan libre

¡VIVA LA REVOLUCIÓN! 

La luna tejió banderas

para ir tapando a los muertos

clavados en las aceras. 

En aquel 20 de octubre

con la metralla del sol

y con las calles de sangre

como ríos de amanol;

pero el Destino decía:

¡VIVA LA REVOLUCIÓN!

Ya terminó para siempre

la noche de Guatemala.

El pueblo le dio su sangre

para la aurora de octubre

Cuando

niños héroes, jugando,

tumbaron la tiranía

con balas que eran estrellas,

con la granada del sol.

¡VIVA LA REVOLUCIÓN! 

Ay, libertad, libertad,

tienes, en clave moderna

y carne de juventud,

música de eternidad

con frenesí de oración

¡VIVA LA REVOLUCIÓN!

Con cal de huesos. Con sal

de lágrimas. Con granito

de voluntad. Con memoria

de los héroes y los mártires.

Con levadura sin odio

haremos la patria nueva.

En el altar de la aurora

las valvas del corazón

para la custodia: el sol

¡VIVA LA REVOLUCIÓN!

Hombres de la patria mía,

mujeres de Guatemala:

Hay que gritar cada día

con un delirio sagrado,

con frenesí de oración

¡VIVA LA REVOLUCIÓN!

 

Herrera, Flavio; “Canto a la Revolución”. Guatemala : El Imparcial, martes 14 de noviembre de 1944. Página 3.

PORTADA: FOTOGRAFIA FLAVIO HERRERA. CASA DE LA CULTURA FLAVIO HERRERA. 



TRANSCRIPCION : LIC ARIEL BATRES.


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