NOVELAS DE FLAVIO HERRERA. "HEMBRA".

  

Una tarde Luis y Gómez estaban junto al río. Les interrumpió un rítmico tropel que se acercaba por el vado. Un pastor pasó con el ganado cerca de ellos. El mocito descubrióse con uncioso respeto.

-Buenos días patrón.

-Buenos, Mateo. ¿A dónde vas con los animales­­?

- No más cerquita, patrón, al zacatal.

-Pero, ¿dónde está el zacatal que no lo veo?

-Nomasito señor, tras esas peñas.

-Pero,¿eso es de la finca? 

-Sí señor, hasta los guarumos. Allí está el mojón del Paraíso.  Aquello era una revelación. Siempre admiró esos prados verdegueantes sin saber que eran suyos. Lo azoró su ignorancia ante  aquel pastor que sonreía con malicia.

-No sabes lo que tienes- le dijo Gómez viéndolo confuso. ¡No conocía sus tierras! Vagamente recordó otros tiempos, cuando se midió la finca y cada mañana se prometía asistir a la medida sin lograrlo por aquella su pereza por su pavor supersticioso ante la selva, especie de nosofobia que le hacia presentir en cada roce el contacto de un peligro.

Por aquel tiempo viera morir a un indígena mordido de serpiente y, desde entonces, jamás se echaba al campo sin que un mozo le precediese haciendo claros a filo de machete en cada cerrazón de la maleza.

Pasó el tiempo. La finca medraba en cultura y provecho. Donde antaño fueran matorrales incultos, ahora se extendía la geométrica pulcritud de las siembras como una loa verde al esfuerzo redentor y fecundo. La finca era un tesoro. Se levantó el chalet que soñaba Luis. Un estruendo mecánico violaba la paz geórgica de las vegas.  Trepidaban dínamos y motores, glosando roncamente un himno futurista. Las próvidas cosechas ponían codicia a los graneros cuyos vientres hinchábanse a la invasión copiosa de los frutos. Un rumor de colmena poblaba el ámbito salvaje otrora desolado. Y, en los corrales, aquella diana matinal de trinos, mugidos y relinchos  recordando una seráfica virtud de cepa franciscana que en torno hubiese congregado toda una fauna gárrula y feliz. Gómez sentíase renacer en cada brote, en cada yema. El predio era una irradiación de su individualidad. Su propio sudor humedeció la tierra de los surcos y, ahora, aquel humor acre y salino, aquellas próceres fatigas, exhumábanse en granos de oro y fuego, y él, optimista, imaginaba en el oro y la escarlata de las pulpas, el áureo relampagueo de su triunfo y el fuego inmarcesible de la vida renovada.

Honradamente Luis no se sintiera nunca solidario del triunfo y lo decía a Gómez.

-Te confieso, todo lo que hay aquí, son obra tuyas. Tu energía templó mis desalientos; tu ardor me ha da dado envidia y entusiasmo; tu tenacidad me despertó pudor y emulación. Quise imitarte, no igualarte. Hombre extraordinario, eres más que mi hermano, eres mi padre. Tu cotidiana lección moral me ha renovado. Olvidé el pasado. ¡Ya soy otro, nuevo y mejor!

Y Gómez:

-Hombre, ¡estás trasfigurado!

Y lo abrazaba radiante como un padre que ve al hijo redimirse.

 

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Luis conoció a Mariana en una fiesta de la Asunción. Entraba  al pueblo como un Cid caracoleando el potro alazán en las esquinas cuando, al pasar frente al hotel, un lindo rostro de maja le sonrió tras una ventana. La visión se le filtró en el alma con un extravío de locura. Entróse en el hotel y, apeándose, con paso fanfarrón al que coreaba el retintín de las espuelas, enfiló un corredor, husmeando  en las puertas de los cuartos. En la cantina algunos hombres charlaban en derredor de una mesa sembrada de botellas. Eran finqueros del contorno. Luis reconoció a Zepeda en el corrillo y lo llamó aparte, febrilmente.  El aludido siguió a Luis  hasta un pasillo donde el otro, temblando de inquietud, con timidez  infantil le interrogó:

-      ¿Quién es esa mujeraza que vi aquí?

-      Pero ese es tu saludo, cafre ¿De que mujer hablas?  ¿Mariana, la mexicana?

-      No sé… no la conozco… La vi pasar por las ventanas. Monumento… ¿la conoces?

-      Claro, Mariana. Un monumento; pero, ¿tú no la conocías? Ya estuvo aquí otra vez. Tenía este hotel…

-      Bueno, ¿y qué más?

-      Qué sé yo! Solo sé que es guapa.

-      ¿Soltera, viuda, casada?

-      No, divorciada. No sé...unos enredos… Ahora viene de México. Quiere instalarse aquí de nuevo.  ¡Caray!  Una de líos que va a haber… 

Pero Luis ya no lo oía. En su mente  hirvió un tumulto de ideas y de frases, Mexicana… divorciada…bonita. Un relámpago de belleza pasábale nimbando la ominosa hinchazón de su vida salvaje. Mariana irradiabále con un hechizo gitano, relámpago de sol y de locura, fricción cálida mecida en un sollozo de guitarra enfermas de criolla languidez. Una idea se fijaba, se aguzaba e imponía en su mente: hacerla su querida. Pensó: Cueste lo que cueste lo que cueste  mía. Y estuvo muchos días sin asomarse por la finca.

Desde entonces menudearon sus visitas al poblacho La cosa más pueril brindándole pretexto para un viaje. Cada día galopaba leguas en busca de la hembra y llegó el tiempo en el que salía a diario para verla. Como ante el amigo, encerrado siempre en la finca como un fraile en su convento, le azoraban sus excursiones  cotidianas, explotó luego una táctica maniada. Esperaba que Gómez se durmiese para salir furtivamente volviendo al filo de la aurora. Aquella pasión era un relapso de su erotismo juvenil. Su ídolo actual abríale en el alma cimas dolorosas en que él, escudriñando, adivinaba el pasado turbio y vergonzoso. Una vida equívoca…Y comenzó para él la clásica tortura de los celos retrospectivos. Le obsedía el pasado amargamente y así, en el amante nació el redentorista…

 La llevaría a la finca, proyectaba; pero un muro fatal cortaba el optimismo de sus planes: ¡Gómez! Temía  la explicación con aquel hombre tan meticuloso y puritano.

¡Qué sorpresa cuando Luis le contase su proyecto! Por más que ya Gómez sospechara ante la defección del compañero, cuyo olvido lo había puesto huraño y taciturno.

                                                           CONTINUARÁ ...

 

     PORTADA: ENTRELACE
    AUTOR:     MAESTRO AXEL MEZA
    TECNICA: FOTOMONTAJE DIGITAL/VIDEO ARTE  20 X 20 PULGADAS
    AÑO :        2020


TRANSCRIPCION 
M.A.ONDINA ISABEL ROSALES MEJICANOS.
JULIO 2020

Comentarios

  1. Bueno, nos quedaremos esperando como le va al tal Luis y su proyecto de aventura con Mariana, la mexicana...

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